Ir a la cárcel para todo el mundo puede sonar algo intimidante, no todos se atreven a ir por el miedo a lo que se pueden encontrar allí adentro. En la materia de redacción periodística, se propuso ir a “Palmasola", algunos alumnos motivados con la idea de saber cual es el ambiente que se vive allí adentro y saber directamente historias de los reos. Otros, no muy intusiasmados no quisieron ir debido al permiso de sus padres o por el simple hecho de que no les gustó la idea.
El día martes 11 de noviembre, una mañana nublada y clima agradable, partimos en un micro, todo el curso acompañados de algunos alumnos de la carrera de psicología. Llegamos a las 8:00 am, algunos ansiosos y con un poco de miedo al observar la gente en las filas y los alrededores de la cárcel. Muchas mujeres haciendo fila y con bolsas de comida en sus manos para seguramente dárselas a sus familiares a los cuales van a visitar, algunas con sus hijos, con caras serias y algo cansadas.
A los alrededores, muchas ventas clandestinas en las cuales podías guardar el celular por sólo 5 bs y el equipaje por 6 bs. La gente que atendía estas ventas, muy reservadas no querían dar su identidad más que nada por seguridad de ellos. Estas ventas eran todas con rejillas negras , me imagino que por seguridad del propio vendedor, todas agrupadas una al lado de otra y vendían casi lo mismo en la mayoría. Se vendía, muchas cosas domésticas como confort, servilletas, detergente entre otras cosas más para el uso del hogar. También comida, como arroz, fideos, sobres de sopa, aceite, huevos etc.
Entraban y salían autos por un portón de color verde, alto, amplio, de aproximadamente unos 3 metros de alto. Autos muy modernos la mayoría del año 2010, llamando la atención de alumnos que se encontraban ahí parados, concluyendo que debe haber gente con mucho dinero ahí adentro.
Había un sector de transporte en moto, motos de color rojo y los conductores todos hombres, para la gente que quisiera movilizarse mediante este servicio. Un local tipo restaurante , llamado “Pollo al Spiedo", con vidrios transparentes, sillas negras y mesas cuadradas de color blanco. Espacio para compartir un almuerzo.
Volviendo ala fila, una pequeña niña, morenita y con ojos achinados sacándole pulgas a un perro de la calle, ella muy concentrada y a la vez jugando con este perro. Se le acerca otra niña, muy parecida pelo corto, morena y con ropa sucia, la cual la ayuda a sacarle las pulgas al perro. Muchos beber alrededor con sus caras sucias dan una impresión de que sus madres no le dan el cuidado que alomejor corresponde, conmoviendo a las personas que los miran. A un lado de la fila, una señora de edad, vendiendo sándwich en un pequeño puesto.